Un dia a dia de las cosas que se me cruzan por la mente, y de las cuales podamos tener ideas comunes.
22 enero 2013
"La que me gusta", lo nuevo de Los Amigos Invisibles
Bajo el sello Gozadera Records, con la producción del mítico músico argentino Cachorro López y letra y música de José Luis Pardo, los Amigos Invisibles presentan "La que me gusta", canción que representa el primer corte de difusión de su octavo álbum Repeat After Me.
16 enero 2013
Cine con Ñ - Edición Febrero 2012
Al parecer, todos lo que han visto “les Miserables” de Tom Hooper, tienen una
opinión diferente acerca de esta película. Sin miedo a equivocarme creo que podemos
admitir que “les Miserables” es una obra bien difícil de adaptar a un musical. Y
es que para cualquier director por muy bueno que sea en su arte, va a tener que
enfrentar una tarea casi imposible, que es resumir en casi tres horas una
novela de más de 1500 páginas y además de uno de los más brillantes escritores
de la literatura universal como lo es Víctor
Hugo. En este melodrama tan colosal, cuya compleja y brillante puesta en escena
sólo se puede glosar con superlativos, hay algo de despiste. Por eso me cuesta
criticar la película, porque no acabo de encontrar lo que no cuadra.
El
ritmo de la película lo sostiene la capacidad para la composición de Hooper y
un trabajo actoral impecable. No cabe duda que el protagonista absoluto de “Les Miserables” es Hugh Jackman. Con trabajos anteriores en otros musicales como
cantante, bailarín y actor, el intérprete australiano se come literalmente la
pantalla, con una sobrecogedora recreación de Valjean, sublime en el cénit de
su rabia contra un sistema implacable e injusto, e incluso en la piedad, la
tristeza o el perdón. Tanto su voz como su figura están al servicio de todas
estas sensaciones, que golpean al espectador como si estuvieran en el medio del
océano, con olas implacables y embravecidas amenazando con la zozobra, y
momentos en los que se encontrarán en una sima insondable de amor, piedad y
esperanza. La vida de Valjean es un continuo sufrimiento, pero logrará conocer
la dicha.
Mientras
su antagonista en escena es Russell Crowe quien da vida a Javert, el frustrado y amargo policía que le hará la vida
imposible hasta el final de sus días. Además de una Anne Hathaway quien se pone
en la piel de Fantine, una mujer que sufre no pocos infortunios a lo largo de
su vida. Suya es la escena más sobrecogedora de la película, capaz de emocionar
al más impasible, auténtica muestra de cómo la maldad humana, en su versión más
abyecta, es capaz de destruir a cualquiera y barrer sus esperanzas. Su lírica,
aunque no perfecta, es una de las mejores de la cinta, muy bien modulada y
adaptada al torbellino de emociones que debe atravesar Fantine. Hathaway se ha
consagrado como una verdadera revelación del cine Hollywoodense.
La
película suerte de ópera épica entusiasma, no cabe duda nos emociona y entretiene
mostrándonos una historia maravillosa, que Víctor Hugo marcó a fuego en la
tradición literaria europea. Pero hay también algo artificial, forzado. Algo
que me dice que Tom Hooper no juega
limpio, que se ha preocupado más por hacer un producto exitoso que una buena
pieza de cine. Para mi “Les Miserables” sigue siendo un gran musical, pero como
película resulta aburrida, aun con sus escenas épicas. Y es que está claro que
actualmente no hay muchos directores que sepan manejar un musical y Tom Hooper
puede que no sea uno de ellos.
Gonzalo Vivas
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Gonzalo Vivas
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Anne Hathaway,
Hugh Jackman,
Les Miserables,
musical,
Oscars,
Russell Crowe,
Tom Hooper,
Víctor Hugo
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22 enero 2013
"La que me gusta", lo nuevo de Los Amigos Invisibles
Bajo el sello Gozadera Records, con la producción del mítico músico argentino Cachorro López y letra y música de José Luis Pardo, los Amigos Invisibles presentan "La que me gusta", canción que representa el primer corte de difusión de su octavo álbum Repeat After Me.
16 enero 2013
Cine con Ñ - Edición Febrero 2012
Al parecer, todos lo que han visto “les Miserables” de Tom Hooper, tienen una
opinión diferente acerca de esta película. Sin miedo a equivocarme creo que podemos
admitir que “les Miserables” es una obra bien difícil de adaptar a un musical. Y
es que para cualquier director por muy bueno que sea en su arte, va a tener que
enfrentar una tarea casi imposible, que es resumir en casi tres horas una
novela de más de 1500 páginas y además de uno de los más brillantes escritores
de la literatura universal como lo es Víctor
Hugo. En este melodrama tan colosal, cuya compleja y brillante puesta en escena
sólo se puede glosar con superlativos, hay algo de despiste. Por eso me cuesta
criticar la película, porque no acabo de encontrar lo que no cuadra.
El
ritmo de la película lo sostiene la capacidad para la composición de Hooper y
un trabajo actoral impecable. No cabe duda que el protagonista absoluto de “Les Miserables” es Hugh Jackman. Con trabajos anteriores en otros musicales como
cantante, bailarín y actor, el intérprete australiano se come literalmente la
pantalla, con una sobrecogedora recreación de Valjean, sublime en el cénit de
su rabia contra un sistema implacable e injusto, e incluso en la piedad, la
tristeza o el perdón. Tanto su voz como su figura están al servicio de todas
estas sensaciones, que golpean al espectador como si estuvieran en el medio del
océano, con olas implacables y embravecidas amenazando con la zozobra, y
momentos en los que se encontrarán en una sima insondable de amor, piedad y
esperanza. La vida de Valjean es un continuo sufrimiento, pero logrará conocer
la dicha.
Mientras
su antagonista en escena es Russell Crowe quien da vida a Javert, el frustrado y amargo policía que le hará la vida
imposible hasta el final de sus días. Además de una Anne Hathaway quien se pone
en la piel de Fantine, una mujer que sufre no pocos infortunios a lo largo de
su vida. Suya es la escena más sobrecogedora de la película, capaz de emocionar
al más impasible, auténtica muestra de cómo la maldad humana, en su versión más
abyecta, es capaz de destruir a cualquiera y barrer sus esperanzas. Su lírica,
aunque no perfecta, es una de las mejores de la cinta, muy bien modulada y
adaptada al torbellino de emociones que debe atravesar Fantine. Hathaway se ha
consagrado como una verdadera revelación del cine Hollywoodense.
La
película suerte de ópera épica entusiasma, no cabe duda nos emociona y entretiene
mostrándonos una historia maravillosa, que Víctor Hugo marcó a fuego en la
tradición literaria europea. Pero hay también algo artificial, forzado. Algo
que me dice que Tom Hooper no juega
limpio, que se ha preocupado más por hacer un producto exitoso que una buena
pieza de cine. Para mi “Les Miserables” sigue siendo un gran musical, pero como
película resulta aburrida, aun con sus escenas épicas. Y es que está claro que
actualmente no hay muchos directores que sepan manejar un musical y Tom Hooper
puede que no sea uno de ellos.
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